Pese a que la información sobre la prevención de caries está más al alcance de la población, la prevalencia de caries en la primera infancia sigue siendo alta. Un niño con caries en la dentición temporal también las tendrá en la dentición definitiva si no se establecen medidas preventivas. La caries puede llegar a producir dolor, infecciones y alteración en la calidad de vida del niño. Sin contar con el alto coste económico para los padres, faltas al trabajo, falta de asistencia al colegio y disminución del rendimiento escolar.
El niño pequeño en la mayoría de los casos no es capaz de colaborar en el tratamiento, sobre todo cuando la caries ya alcanza un grado moderado o severo, y se necesita realizar el tratamiento bajo sedación consciente o anestesia general.
Estableciendo un Hogar Dental en una clínica dental infantil es la manera de conseguir una buena salud bucodental, normalmente se empieza sobre los 12 meses de edad o cuando salga el primer diente. En este momento, se realizará la prevención, diagnóstico y tratamiento de la caries de la primera infancia y se producirá un primer contacto con el bebé y los padres.
Primeros consejos…
1. Cepillado por los padres dos veces al día: después del desayuno y después de la cena con pasta dental
2. ¿Qué pasta dental utilizar? Se mirarán los ingredientes: 1.000ppm de ión flúor para niños hasta seis años. A partir de los seis años 1.450ppm de flúor.
3. ¿Cuánto dentífrico poner? Hasta los tres años poner pasta del tamaño de un granito de arroz, de tres a seis años una lenteja y a partir de los seis años tamaño de un garbanzo.
A medida que salen los dientes…
El niño empieza a consumir otros alimentos, algunos de los cuales pueden producir caries, sobre todo los que son pegajosos, tanto dulces como salados: las galletas, el pan de molde, los gusanitos, el chocolate, los caramelos…
También las bebidas azucaradas y ácidas consumidas a diario pueden producir caries de la primera infancia, como son los zumos industriales, los refrescos, los batidos industriales. Cuando nos preguntan sobre los zumos naturales hechos en casa, solemos decir que se consuman siempre acompañados de un alimento que neutralice la acidez del zumo, con un bocadillo por ejemplo. Aunque siempre decimos que la fruta natural tiene la fibra y estimula al niño a masticar, lo cual favorece el desarrollo de los maxilares. ¡Ánimo con la fruta! Y los batidos los podemos hacer en casa, con leche u otra bebida tipo soja, avena… y la fruta que más le guste, de esta manera, no llevará azúcar añadido.
Qué más te recomendamos…
Observa a tu hijo, levántale el labio superior y mírale sus dientes, si ves alguna manchita blanca, acude al odontopediatra, puede ser el inicio de la caries de la primera infancia y está muy a tiempo de pararla. Cuando le cepilles las muelas, haz que abra la boca y mírale si tiene alguna tinción, o cavidad, no dejes pasar el tiempo, cuanto antes se trate, será más fácil para el niño.
La mayor parte de la prevención se realizará en casa bajo los consejos del dentista infantil, aunque también en la clínica dental infantil de la Dra. Ángeles Velló se enseñará la técnica de cepillado, la utilización del hilo dental, se realizarán fluorizaciones y en caso de ser necesario, sellados en los dientes.
¿Y para el desarrollo de los maxilares?
Si tu hijo rechina los dientes por la noche o por el día, si se chupa el dedo y ya tiene dos años de edad, si usa chupete con más de dos años de edad… Acude a tu odontopediatra para que revise el estado de los dientes y el desarrollo de los maxilares.
Recuerda que a medida que el niño se haga mayor, es aconsejable que su dieta no sea blanda, una dieta fibrosa, que estimule al niño a masticar, hará que sus maxilares se desarrollen correctamente con más probabilidad de que sus dientes permanentes tengan más espacio para su salida y estén alineados.
Esperamos que os haya gustado el tema, seguiremos cubriendo aspectos para que tengáis más información actualizada. Gracias por leernos. Estamos en Gandia, nuestra clínica está especializada en odontopediatría y ortodoncia. Para bebés, niños y adolescentes.
(Fuente: Asociación Americana de Odontología Pediátrica AAPD)