Algunas consecuencias que pueden producir la respiración oral son:
- Alergias e infecciones respiratorias debido a que el aire no pasa por el filtro que dispone la nariz y no se calienta ni se limpia antes de entrar en las vías respiratorias altas. Sequedad de garganta, carraspeo, tos irritativa, congestión nasal…
- El cerebro no consigue suficiente oxigenación lo que puede causar déficit de atención, inquietud durante el día, sueño no regular, que el niño se mueva mucho en la cama, falta de descanso por la noche, sensación de cansancio cuando se levantan, dolores de cabeza, pitidos, acufenos, sensación de tapón, picor en el conducto externo, sensación de agua en el oído …etc.
- Pueden producirse apneas del sueño y ronquido.
- Pesadillas, enuresis..
- Desviación de columna
Hay unos signos en la cara y en la boca que nos pueden hacer pensar que el niño respira por la boca como son:
- Cara larga
- Presencia de ojeras
- Paladar estrecho y Apiñamiento dental
- Boca abierta en reposo y sequedad de la mucosa oral
- Posición de la lengua fuera de boca
- Narinas estrechas
- Labios resecos
- Riesgo mayor de caries y gingivitis
- Bruxismo
¿Cómo afecta al crecimiento el respirar por la boca?
Cuando nacemos tenemos unas característica genéticas, nos parecemos a nuestro padre, a nuestra madre… pero también influirá en el desarrollo de nuestros maxilares las correctas funciones del organismo como son la respiración, la deglución, la masticación y también la posición que ponemos al dormir, el dormir siempre hacia el mismo lado y apoyar la mano debajo de la cara todas las noches puede alterar los maxilares provocando asimetrías. A medida que los niños crecen, los defectos en los maxilares se van haciendo más visibles y se van manifestando también en otras estructuras del cuerpo como en las escápulas, las caderas y la columna.
¿Se puede corregir la respiración oral?
Si que se puede corregir, como cualquier hábito. Primero los padres y el niño deben ser conscientes de que respira por la boca, ya que en muchas ocasiones no lo sabían. La Odontopediatra valorará si el paciente es capaz de respirar por la nariz y si no tiene caudal para hacerlo, lo remitirá al otorrino para que lo trate, en muchas ocasiones eliminando las vegetaciones, amígdalas o con tratamiento farmacológico para disminuir la inflamación de las mucosas.
Una vez diagnosticada la respiración oral como hábito, hay que averiguar si está acompañada de masticación unilateral no alternante y deglución atípica, y será conveniente ira a un/a logopeda para que lo diagnostique y lo trate. Los pacientes que corrigen la respiración oral refieren mejoría en un mejor descanso por la noche, no se despiertan tanto, mejora de aspecto, dejan de roncar, se levantan con más energía, tienen menos sequedad de garganta… Si tienes dudas sobre si tu hijo respira por la boca acude a tu dentista infantil para que lo revise.
Clínica Dental Infantil Dra Angeles Velló en Gandia